La misma Ángela nos cuenta su boda “Tuvimos 6 meses para organizar la boda y, la verdad, es que disfrutamos muchísimo todos los preparativos. Teníamos claro que queríamos en el campo y al aire libre, y en Aldeallana lo encontramos todo.
En cuanto al vestido, busqué en internet la tienda Friki y pedí una cita con Amalia. Me acordaba de cuando fui a probarme el vestido para mi comunión y otros eventos; pero sobre todo, recordaba la cara de Sole, la hermana de Amalia, y las buenas sensaciones que me transmitió. Mi madre también iba guapísima, vestida por Sole Alonso.
No necesité buscar más porque me encantó. Enseguida entendieron lo que buscaba y mostraron toda la paciencia del mundo. Yo quería algo sencillo y elegante, y el resultado fue sentirme muy yo, muy cómoda sin colas largas, ni vuelos. Nunca he llevado tacones y tenía claro que serían zapatos planos. Sole me aconsejó que los comprara con un poco de cuña. Son de Pretty Ballerinas.
Mi suegra iba con vestido de Félix Capilla y mi cuñada de J.Pedro Torre
Un pequeño/gran detalle que nos encantó fue la casita de campo adaptada con cuatro habitaciones donde nos alojamos la noche anterior mi familia y la de Mario.
Aldeallana tiene mil rincones mágicos!!
A partir de ahí decidí llamarla la boda del “buen rollo”, contando siempre con profesionales que, a primera vista, me transmitiesen paz y mostrasen verdaderas ganas de participar en nuestra boda como si fuera la de su hija, sobrina, o prima.
Quiero resaltar que Victoria Cubo fue el alma de la organización. Sencilla, amable, paciente y con un gusto envidiable, ella fue la encargada de decorar la iglesia y la finca, y tenemos que agradecerle el ramo maravilloso de novia, el tocado del velo, los lazos de los bancos, las velas en los altares, los centros de las mesas.
Sufrimos mucho con el tiempo, pero al final tuvimos suerte y pudimos disfrutar del cocktail al aire libre, servido por Ciboulette que se encargaron también de las chuches en la barra libre.